Los términos cannabis y marihuana,
entre muchos otros, hacen referencia a las sustancias psicoactivas que son
consumidas de la planta Cannabis sativa con fines recreativos, religiosos y
medicinales. De acuerdo con la Organización de
las Naciones Unidas se trata de la sustancia ilícita más utilizada
en el mundo. La regulación legal del consumo de
cannabis varía dependiendo de los países, existiendo tanto
detractores como defensores de su despenalización.
El compuesto químico psicoactivo predominante
en el cannabis es el tetrahidrocannabinol,
también conocido por sus siglas, THC. El cannabis contiene más de cuatrocientos
compuestos químicos diferentes, entre ellos al menos sesenta y seis cannabinoides aparte del THC, tales como el cannabidiol (CBD), el cannabinol (CBN) o la tetrahidrocannabivarina
(THCV), que tienen otros efectos distintos a los del THC, y también actúan en
el sistema nervioso.
El uso del cannabis data del III milenio a. C..
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el uso, la posesión y la venta de preparados con
cannabis que contienen los canabinoides psicoactivos comenzaron a considerarse ilegales en la mayor parte
del mundo. Desde ese entonces, algunos países han intensificado su control
sobre la distribución de la sustancia.
En 2004 Naciones Unidas estimó que aproximadamente
el 4% de la población mundial adulta
(162 millones de personas) consume marihuana anualmente, y alrededor del 0,6%
(22,5 millones) lo consume a diario.
Concentración de
ingredientes psicoactivos
De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD)
“la cantidad de THC presente en una muestra de cannabis se utiliza generalmente
como unidad de medida de la potencia del cannabis”. Según la ONUDD la marihuana
generalmente contiene 5% de THC, la resina “puede contener un 20% de THC” y el
aceite de hachís “puede contener más de 60% de THC”.
La institución australiana National Cannabis
Prevention and Information Centre afirma que los brotes (las flores) de la
planta de cannabis hembra contiene la mayor concentración de THC, seguido por
las hojas. Los tallos y las semillas tienen "niveles de THC mucho más
bajos". La ONU afirma que las hojas pueden contener diez veces
menos THC que los brotes y tallos unas cien veces menos cantidad de THC.
Algunos analistas advierten que mientras mayor es
la potencia del cannabis, mayor es el riesgo para la salud, pero otros han
señalado que los usuarios aprenden fácilmente a compensar disminuyendo sus
dosis, previniendo los peligros de fumar como golpes de calor o el monóxido de
carbono.
Consumo
Formas de
administración
El cannabis suele ser consumido por vía
respiratoria (fumando o vaporizado), aunque
también es posible su consumo por vía oral. Es altamente advertido el efecto de
la combustión al fumar, al ser más alto el nivel de riesgo a delirios y pánico.
La marihuana se presenta en diferentes formas. La
más conocida es el fumar las flores secas y enteras (los cogollos de las plantas femeninas). Existe también aceite de
cannabis, en inglés honey oil («aceite de miel»), que es un concentrado
cuya extracción generalmente implica el uso de disolventes como el alcohol y
filtrados con carbón activo, lo cual potencia los efectos,
al estar más concentrado el tetrahidrocannabinol (THC) que es la principal
sustancia psicoactiva de la marihuana.
El cannabis se consume de muchas maneras
diferentes, la mayoría de las cuales implican la inhalación de humo de tubos
pequeños, bongs (versión portátil de la cachimba con cámara de agua), envueltos
en papel o el tabaco envuelto en hoja de embota. El cannabis también se ha
utilizado como ingrediente activo en tabletas, extractos, tinturas y medicinas
compuesto que se formularon profesional, fabricados y vendidos a los médicos y
hospitales. Véase Uso médico o terapéutico.
Un vaporizador calienta la hierba de cannabis entre
185–210 °C (365–410 °F), causando que los ingredientes activos se
evaporen en un gas sin quemar el material vegetal (el punto de ebullición del
THC es 199,1 °C (390,38 °F) a presión atmosférica). Una proporción menor de los productos químicos
tóxicos que se libera por el tabaquismo, según el diseño del vaporizador y la
temperatura a la que se establece. Este método de consumo de cannabis produce
efectos significativamente diferentes a fumar debido a los puntos de inflamación
de los cannabinoides diferentes, por ejemplo, CBN tiene un punto de inflamación
de 212,7 °C (414,86 °F) y normalmente estarían presentes en el humo, pero no
está presente en el vapor.
Como otra alternativa al consumo de tabaco, el
cannabis puede ser consumido por vía oral. Sin embargo, el cannabis o sus
extractos deben estar lo suficientemente calientes o deshidratados a causa de
la descarboxilación de los cannabinoides más abundante, ácido
tetrahydrocannabinolic (THCA). Los cannabinoides pueden ser lixiviados de la materia
de plantas de cannabis con alto prueba de espíritus (a menudo alcohol de grano)
para crear una tintura, a menudo denominado Dragón Verde. El cannabis también
se puede consumir como té. El THC es lipófilo y sólo un poco soluble en agua (con una solubilidad
de 2,8 mg por litro), para el té se hace en primer lugar la adición de un
contenido de grasas saturadas de agua caliente (es decir, crema o cualquier
otra leche, excepto descremada) con una pequeña cantidad de cannabis, verde o
té negro las hojas y la miel o el azúcar, empapado durante unos 5 minutos.
Una variedad manufacturada de la marihuana es la
resina, que se llama hachís (que en árabe significa «hierba seca»), que se obtiene mediante la
extracción de los tricomas, normalmente secada y cortada en bloques de color
marrón bastante oscuro y levemente verdoso y del que también existe una
variedad líquida o hash oil («aceite de hachís»). Otra forma es la
"marihuana prensada", bloques de cogollos prensados y aglutinados
mediante aditivos tales como pegamento industrial o gasolina, por lo que
resultan sumamente tóxicos.
La forma más habitual de consumo es en forma de
cigarrillo liado (armado) a mano: en estos casos se usan directamente los
cogollos, secos y desmenuzados, el hachís rubio o negro, o bien las hojas. Otros métodos incluyen el uso de pipas
muy pequeñas, también conocidos como one-hitters, y de narguiles o cachimbas (pipas de agua) para fumar el cannabis o
también el uso de bongs. Actualmente es común el consumo por
vaporización, el cual consiste en vaporizar los cogollos secos y curados, a una
temperatura tal que solo extrae los cannabinoides y no aquellos productos nocivos que se generan con
la combustión.
El Cannabis se usa también en la cocina, para la
preparación de recetas como space cake («tarta espacial») o hash
brownies («bollos con hachís»). La ingestión por vía oral debe ser siempre
bien medida, ya que de esta forma se ingresa más porcentaje de THC que fumado o vaporizado.
Efectos del consumo de marihuana
Esta droga estimula el Sistema Nervioso Central, produce alteraciones de la memoria en la concentración, percepción distorsionada (visual, auditiva y táctil), menor coordinacion física, ansiedad, taquicardia, un estado de bienestar, de euforia, risa excesiva, alucinaciones, resecamiento de la boca, aumento del apetito, pérdida de interés y desmotivación para el estudio o trabajo.
Pero la marihuana tambien tiene su lado bueno, aqui podemos ver 10 beneficios medicos comprobados de esta planta.